Skip to content
Latinx Stories

Dar la cara por los sobrevivientes

Alex Navarro stands smiling at a podium

Mes de la Herencia Latina

Como cada año, del 15 de septiembre al 15 de octubre, se celebra el Mes de la Herencia Latina como una oportunidad para reconocer y celebrar las historias, las culturas y las contribuciones de los estadounidenses latinos. Este Mes de la Herencia Latina, elevaremos nuestras voces de líderes latinos para abogar por comunidades más seguras.

Yo vivía en los Países Bajos con mi pareja y nuestra hija de seis meses cuando ocurrió el tiroteo de Sandy Hook. Visitábamos a mi familia con motivo de las fiestas de fin de año en el Área de la Bahía de San Francisco, California, cuando apareció la noticia en televisión; recuerdo que pensé: “No, otra vez”. Me afectó mucho por los niños, los educadores, los padres, y toda la comunidad de Newtown.

En mi condición de estadounidense expatriada radicada en Europa, me acostumbré a vivir en un país sin violencia armada diaria. Me sentí abatida por el ciclo interminable de violencia armada que presentan las noticias en los Estados Unidos. Estaba molesta con nuestros políticos y desconsolada por los sobrevivientes de incidentes de violencia armada. Así que cuando leí sobre Shannon Watts y Moms Demand Action, supe que tenía que participar. Comencé mi voluntariado desde los Países Bajos y, después de mudarme al Área de la Bahía, me uní al grupo local.

Este problema nos afecta a todos. Como mamá, me aterrorizaba la idea de enviar a mi hija a una escuela estadounidense. Y como latina y miembro de la comunidad LGBTQ, sabía que la violencia armada afectaba a mi comunidad a una tasa desmedida.

Por desgracia, no hablamos mucho de la violencia armada en la comunidad latina. Es muy triste, pero después del tiroteo de la discoteca de Pulse, no hubo mucha cobertura para la comunidad latina y todavía la cobertura noticiosa en español no es suficiente cuando se asesina a una persona trans latina. En la mayoría de nuestros hogares, todavía se consideran tabú los problemas de la comunidad LGBTQ. Y lo mismo ocurre con la violencia doméstica. Las mujeres de nuestra comunidad son víctimas de la violencia de sus parejas en la intimidad de sus hogares, y pueden morir si se utiliza un arma como forma de intimidación. Pero hablar abiertamente de estos problemas puede generar miedo a represalias, vergüenza y, en algunos casos, deportación.

Necesitamos aprender a lidiar con la violencia de las armas. Y necesitamos que nos incluyan en la problemática mayor.

La violencia de las armas es un tema interseccional.

Sin importar si se trata de violencia doméstica, suicidio, tiroteos en las escuelas, tiroteos masivos o violencia relacionada con la comunidad LGBTQ, la comunidad latina es víctima de la superposición de estos problemas y de la violencia armada. Nuestra comunidad necesita que la escuchen.

Las voces latinas deben sonar con más fuerza.

El primer paso que tenemos que dar es agregar más voluntarios que hablen español y recursos para derribar la barrera del idioma, aumentar la confianza de la comunidad e incorporar más voces latinas al movimiento, en especial las voces de los sobrevivientes.

Debemos honrar a los sobrevivientes y a sus seres queridos con acciones.

En todo lo que hago como activista, tengo presente las historias de aquellos que sobrevivieron. Ser sobreviviente de la violencia armada es un club al que nadie quiere pertenecer. Por eso, cuando escucho hablar a un padre de un hijo que ya no está, se me parte el corazón. Tenemos que honrar a los sobrevivientes y a sus seres queridos con acciones que exijan un cambio, que apoyen a los sobrevivientes en el proceso de sanación y que continúen mencionando los nombres de sus seres queridos.

Eso es lo que hacemos en Moms Demand Action. Durante el tiempo que he pertenecido al grupo de California, he estado rodeada por mujeres sumamente tenaces en nuestra lucha por leyes sensatas contra las armas, y considero a muchas de ellas parte de mi familia. He conocido a amigos maravillosos en nuestro trabajo con socios de la comunidad. Si bien la prevención de la violencia armada puede ser una tarea difícil, me reconforta saber que mis dos hijas me observan. Espero que algún día, ellas también estén rodeadas por mujeres increíbles y sientan la inspiración de luchar por el cambio.

The Latest